A veces me pregunto por qué o para qué
escribo... ¿Por qué siento esta necesidad de poner por escrito todo
lo que se me cruza por la mente?. ¿Por qué es más fácil para mi
escribir que hablar? ¿Por qué puedo desnudar mi alma frente a un
teclado con tanta facilidad?
Escribir tiene algo de mágico y de misterioso. Es como una necesidad del alma que cuando surge no hay forma humana de detenerla, es compartir contigo misma risas, pensamientos y realidades.
Escribir, de alguna manera, es también el equivalente a reír o a llorar. Cuando la tristeza del alma resulta tan aplastante que casi te puede, en vez de llorar, dejando que las lágrimas fluyan lentamente o a raudales, arrastrando con ellas toda la angustia que te oprime y asfixia hasta casi no dejarte respirar, escribes... Escribes queriéndole gritar al mundo todo aquello que te pasa, todo aquello que te duele, todo aquello que te hace sentir bien.
Y vas dejando, en lo que era una hoja en blanco, todo un cúmulo de sentimientos que si no fuera así seguramente jamás saldrían fuera. Después llega la liberación, aunque sólo sea momentánea, y la angustia desaparece.
Otras veces escribes las cosas buenas que te van pasando. Y con el tiempo, cuando vuelves a releerlas, es como vivirlas un poco de nuevo... Es traerlas al presente desde otra perspectiva, es recordar tu propia vida sin que sea completamente tuya porque la compartes con una hoja llena de letras.
Ya sean alegrías o tristezas, escribir por escribir puede llegar a convertirse en la mejor terapia, muchas veces ha sido mi única terapia. El teclado se ha convertido en el amigo que me dice aquello que no quiero oír y el monitor me devuelve la sonrisa mientras insiste en que siga escribiendo.
Mª José
Hola Marijose.. Sigue escribiendo no te dejes derrotar.En la tristeza nos hacemos más fuertes.. No te olvides que hay más jente contigo de lo que puedes imaginar.. Espero poder abrazarte pronto... Gracias por existir
ResponderEliminar