Translate
domingo, 24 de marzo de 2019
Carta abierta a una amiga "sin techo"
Apreciada y admirada amiga:
Primero quiero agradecerte de corazón que me tengas como amiga… En mi humilde posición, lo que aquí te escribo... Es sólo fruto de tu inspiración.. Es curioso que de repente… Sin esperar nada a cambio aparecieras en mi vida… Ésta que no vale nada. Ésta que han vaciado de amistades sinceras…para mí es un privilegio contar con tu amistad, cuando tengo mis horas más bajas me las alegras con la razón. Razón que me das si escucho tu risa y tus consejos… Recalco con insistencia que mereces lo mejor… Tu corazón es hermoso… y está lleno de amor… Después de mucho meditar esta es la única forma que encuentro para decirte... GRACIAS…
Aquí te dejo mi escrito… Sé que lo entenderás.
Hace algún tiempo, poco más de un año, después de cometer muchos errores, recuerdo un momento especialmente triste en mi vida, que no pude controlar y me llevó a la depresión, estado sumamente peligroso en el que perdemos el sentido de las cosas y por el cual podemos cometer actos que pueden incluso terminar con nuestra vida o acarrear secuelas graves que lamentaremos mientras vivamos, en aquella ocasión decidí que lo mejor que podía pasar conmigo era morir. Gracias a Dios, en medio de aquel estado anímico, clamé a muchas personas que creía que me podían ayudar, a los que consideraba inocentemente amigos y familiares, muchos lo tomaron como una broma, otros me dijeron que saliera a divertirme un poco y así se me pasaría, ninguno estuvo a mi lado para tenderme una mano, hasta que un día te encontré por casualidad en una red social, en esta misma en la que ahora te dejo esta carta, aguantaste mis lloros, mis desesperos, mi impotencia y hasta mis más locas creencias de aquellos días, estuviste detrás de un ordenador sin importarte las horas, el sueño o el cansancio, leíste con gran paciencia mis “quijotes” y me animaste a seguir viviendo, a respirar de nuevo. Lloraste conmigo y también te alegraste de mis victorias. Lamentablemente no todas las personas que después de caer en una depresión tienen una mano amiga que la ayude a salir de ella, y parece muy común que cada vez sean más las personas recurran al suicidio para terminar con sus vidas pensando que este es el único escape como yo quería hacer.
Esta noche mientras cavilaba sobre como solucionar tantos problemas que tengo me vino a la mente el deseo de decirte algo, mientras más pensaba, más cosas quería decirte, así que opte por escribir cada una de las palabras que rondaban por mi cabeza, más que nada porque si te llamo me cuesta la Pirmi entera decírtelo todo y no estamos para eso, jejejeje, pero por otra parte porque ésta que parece tan dicharachera, de palabra fácil, tan abierta… En realidad es una tremenda vergonzosa introvertida incapaz de expresar lo que siente a no ser a través de un teclado, entonces si, entonces es capaz de desnudar su alma sin ponerse roja ni tartamudear.
No puedo expresar con palabras lo que mi alma sintió la noche que tuve que dejarte dormir en la calle, aunque sabes que me vi obligada a hacerlo por las circunstancias que estoy viviendo, esa impotencia, ese dolor que me ahogaba y que con mucha o poca, no lo sé, hipocresía, intenté que no vieras, pero el desgarro estaba en mi corazón, solo se tradujo en un llanto incontrolado cuando me aleje de ti, no podía permitir que supieras lo que sentía, no podía decirte nada que no fuese una palabra de aliento inútil, no podía dejar que vieses mi desesperación para no aumentar aún más la tuya. Si alguna vez me he sentido impotente, inútil y mala persona te aseguro que fue esa noche.
Ojalá pudiera ayudarte, sé bien lo que estás viviendo, hace tan solo dos días me vi igual que tú y me destroza por dentro, ojalá pudiera darte yo esa paz que tanto anhelas, hacer que sonrías y que por fin puedas dormir sin tener pesadillas. Ojalá pudiera darte ilusiones y ayudarte a conseguir lo que buscas, a creer que a pesar de la pena que puedas arrastrar eres la mejor compañía que cualquiera puede tener. Hace tanto que no te escucho reír… Lo que estas viviendo es de lo más injusto, no te lo mereces. No puedo hacer nada o muy poco por ti y eso me hace sentir muy miserable, no tengo un hogar en el que poderte acoger por circunstancias que ya conoces, no tengo dinero para poder paliar un poco tu situación y me desespero, pero mi mano que es lo único que tengo está, y estará siempre, tendida hacia ti.
No tener hogar significa mucho más que estar en un albergue. De día es un vagar por los caminos de la ciudad buscándote las habichuelas de la subsistencia. Cuando llega la noche, en esa litera que es tu refugio, seguro que buscas las estrellas que no ves. Y no porque una ventana te lo impida. No las ves porque crees que ya no existen para ti. Pero sueñas con las estrellas que has ido perdiendo una a una a lo largo de tu existencia. Algunos, que están en tu misma situación a la mañana siguiente puede encontrar la buena estrella que le permita alquilar una habitación que convierten en su hogar, tener una habitación significa sentirse parte de un sitio, tener un espacio propio donde disfrutar de su intimidad, de un lugar donde sentirse más seguro y a resguardo, sin tener que compartirla con siete personas más, sin que le apaguen la luz casi antes de que se esconda el sol, sin horarios impuestos… ¡con qué poco es feliz una persona de las llamadas “sin techo".
Perderlo todo no llega de la noche a la mañana, no hay un antes y un después, es un lento camino de degradación. Los "sin techo" viven sin calor, con el miedo y la desconfianza instalados en su vida. Con los derechos innatos a su condición de persona, perdidos. Sin espacio a pesar que la calle no tiene limites, ni fronteras. Sin libertad aunque nadie le diga donde tiene que estar ni lo que tiene que hacer durante las doce horas que han de pasar hasta que los dejen volver a entrar en el albergue. Rodeado de soledad aún cuando viven en medio de la humanidad y con gente por todas partes. Abandonados a su suerte porque tal vez la suerte le abandono sin motivo. Sin fe, sin esperanza, sin un nuevo día. Pero siempre hay un nuevo día, no lo dudes.
Dices que no tienes ilusiones... ¡ese sí que es un verdadero problema!, lástima que no las venden en la tienda de la esquina ni en los puestos del mercado, sino te compraría unos cuantos de kilos rápidamente aunque para ello tuviese que pedir, mendigar o robar. Esas ilusiones te las tienes que forja tú misma, pero debido a la situación por la que estás pasando, tu fábrica ha detenido la producción en espera de materia prima para volver a fabricarlas, hasta en esto afecta la crisis que estamos padeciendo unos mucho más que otros.
Quisiera decirte tantas cosas… Quisiera poder tener una casa en la que pudieras vivir… Ofrecerte… ¿Qué? No lo sé, todo aquello que pudieras necesitar además de los pañuelos de papel que te doy o un melocotón de vez en cuando… Más cómo sólo tengo un pequeño don, por llamarlo de alguna manera... y de mis dedos salen frases… las mejores te las entrego… desde mi humilde corazón... Aclamo tu bondad... Bendigo tu existencia… Tu corazón es grande y hermoso... Tanto que muchos quisieran poder ponerse a tu sombra… y que algo les cubrieras…
Un gran abrazo y ánimo amiga.
Mª José
09/08/2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios me ayudarán a ecribir mejor cada día, todos los comentarios son constructivos.