Te escribo esta carta porqué se que ya
no haces caso alguno a lo que yo sienta, que ya no te importa lo que
pase con nosotras, contigo y conmigo. Te llamo con un grito agónico
desesperado, que sube por mi pecho y se ahoga en mi garganta, porqué
se, que aunque quisieras no serias capaz de escucharme, que te has
olvidado de mi y de lo que significo, y yo ya no se si alguna vez te
tuve o me tuviste.
Si te hice daño, me perdono, lo que tú
pienses de mí ya da igual. Si te busqué cuando querías estar sola,
lo lamento, pero tú me encontraste agazapada otras mil veces cuando
yo no quería ser encontrada. Cuántas veces te he pedido que me
dejaras, que no podía seguir con esta lucha y no me dejaste escapar
entonces.
Lo he probado todo para ser quien te
mereces, y lo único que consigo es ser quien no merece nada de
nadie. Ni a propósito hubiera querido pisar tu imagen, pero los años
me han devuelto tu reflejo algo cambiado y se ha adherido a mi piel,
eso no lo puedo cambiar. Tu sabes, como yo, que el tiempo nos gana
terreno a pesar de todo lo que hagamos, que nada lo para y nadie lo
entiende, solo te pido paciencia, es lo único que quiero de ti a
estas alturas.
Me has ofrecido cosas que yo no quería,
que jamás hubiera buscado, y de igual modo que venían me las has
quitado. No pasa nada, no las echo de menos porqué se renunciar a lo
que deja de pertenecerme de la noche a la mañana, pero no me pidas
que renuncie a otro día más sonriendo, no me pidas que renuncie a
quien creía mio, no me pidas que renuncie a tener sueños. No me
obligues a rendirme ante la velocidad de los acontecimientos, no me
des la espalda si te pido apoyo, sólo quiero que te muestres bella y
pausada, solo quiero tus verdes y azules, lo demás me sobra todo,
casi casi hasta yo misma, pero todavía no demasiado.
Te escribo esta carta porqué necesito
que me devuelvas algo que si fue mío, que si tuve y perdí, algo que
necesito recuperar y, si no te importa, de inmediato. Quiero mi
confianza y mis ganas, quiero el ímpetu del que explora, la
curiosidad del que camina, quiero mis letras, mis versos y mi música.
Quiero el vuelco en el pecho al despertar y al acostarme. Quiero los
brazos que me rodeaban. Quiero mi alegría perdida y mi corazón
intacto.
Porqué nunca te he pedido nada y hoy
sólo te pido que leas esta carta. Solo eso: léeme, entiéndeme y
hazme feliz, solo un poquito que ya sabes que con poco me conformo.
Siempre tuya
MªJosé
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios me ayudarán a ecribir mejor cada día, todos los comentarios son constructivos.