Tantas veces me siento atada de pies y
manos… Cuando leo los periódicos, cuando veo las noticias en la
tele, cuando me llegan los emails de Amnistia con la documentación
de algún caso de pena de muerte, lapidación o desidia médica;
escucho o descubro de alguna manera, tantas injusticias alrededor, mi
impotencia asoma…
Mi carácter es fuerte, eso dicen,
aunque yo no lo creo así, y tengo que pensar que aunque quisiera y
quiero no puedo hacer nada. No es cobardía, ni desidia, ni
pasotismo, es simplemente una postura inevitable, que te hace sufrir
por temas que incluso a veces ni te tocan de cerca…Pero lo peor
llega cuando sí son temas cercanos, cuando son cosas importantes
para nosotros y nos sentimos lejos para echar una mano. Entonces, y
sólo entonces, cuando todo lo que estaba en nuestras manos está
hecho, es válida la frase : ¡Me siento tan impotente…!
Y me siento impotente cuando tengo a
dos personas cercanas y queridas durmiendo bajo la luz de las
estrellas, mirando al cielo desde un banco cualquiera con los ojos
vacíos ya de lágrimas y en la cara un rictus de amargura por las
noches y los días pasados deambulando por la ciudad, sin un lugar
donde asearse, comer o dormir… Y yo aquí, con las manos atadas por
la falta de medios económicos, sin poder tenderles una mano, sin
poder proporcionarles un techo, una cama, una ducha o simplemente
compartir un café caliente con ellos.
Cuando me acuesto por las noches miro
ese mismo cielo que ellos miran… desde una cama… No puedo evitar
que lágrimas silenciosas rueden por mis mejillas, la vida es
injusta, tan injusta… Me siento impotente, siento un dolor sordo
en el pecho de rabia por no poder hacer absolutamente nada por ellos
cuando ellos necesitan tan poco, pero ese poco para mi es en estos
momentos un imposible… ¡Cuántas veces he dicho esa frase que
ahora me parece estúpida: si me necesitas aquí estoy!!! Ahora que
me necesitan, no estoy, no porque no quiera, porque no puedo… Pero
no estoy… Y me pongo en su lugar y trato de pensar lo que ellos
pensaran… Cuando te necesitamos no estás.
Daría lo que fuera por poder ir a
verlos, pasar un ratito con ellos, hacerlos reír aún sin ganas,
como tantas otras veces, compartir un café caliente y traerme la
ropa para lavársela… ¡Es tan poquito!!!... Y ni siquiera para ese
poquito me llega el dinero… Cuanto más lo pienso más inútil me
siento, una cosa que se hace con tan poco dinero… ¡Cuantas veces
habré gastado esos veinte euros en cosas completamente inútiles!!!
¡Cuantas veces los habré tirado en tonterías!... ¡Que poco valor
le damos al dinero cuando lo tenemos y como lo añoramos cuando
carecemos de él!!!
Mis sentimientos contra mi misma se
mezclan, se remueven y me atormenta… No puedo hacer nada en estos
momentos y sin embargo siento que no estoy haciendo nada, la rabia
contra mi misma es infinita aunque lamentable consuelo es ese… Solo
os puedo decir que aunque no lo parezca… No os olvido y os quiero
Mª José
24/09/2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios me ayudarán a ecribir mejor cada día, todos los comentarios son constructivos.