Desde hace relativamente pocos años
estoy saboreando tu presencia te has llevado de mi lado a algunos
familiares muy queridos para mi... Incluso has estado a punto de
abrazarme porque así lo decidí yo, pero no quisiste mi presencia.
La gente te teme, pero yo he tenido
siempre una devoción especial por ti. Te admiro, pero a la vez te
tengo miedo, un miedo a que me abraces pronto, un miedo a dejar de
existir. Este miedo me ha hecho buscarte, comprenderte, temerte,
amarte.
Supongo, estimada muerte que te
acuerdas de mi, te busque y ahora te temo, no por mi, si no por la
persona que quieres que te acompañe... ¿Quién te otorga el derecho
a ser tú quien decidas a quien te llevas de este mundo? En la noche
oscura de mi alma, quiero comprenderte, pero no obtengo respuestas.
Me gustaría poderte ver sin darte mi
ser, quiero vivir muchos años en este mundo, pero dame la
oportunidad de dialogar contigo, dame la oportunidad de demostrarte
que te llevas a personas que no quieren acompañarte.
Estimada muerte, dicen que eres nuestra
mejor amiga, pues que por muchos años que pasen,siempre te acuerdas
de nosotros y acudes a abrazarnos, como una madre abraza a su hijo.
Se que te sientes sola, triste de que nadie te comprenda, pero aquí
tienes una amiga, una amante... Pero deja que viva entre los vivos.
Hasta el día que te conozca, hasta el
día que bese tus labios, el día en que deje de existir para los
vivos, el día en que lágrimas humedezcan mi tumba, siempre te
intentaré comprender. Pero no te olvides que lucharé por evitar tu
abrazo aunque me hubiera cambiado gustosamente por otras personas que
te has llevado.
“La vida solo son unas vacaciones
que nos da la muerte” (Eso dijo Jaime Peña y cuanta razón tenía)
Cada día pienso en ti, y no poco, por
cierto. A veces es poner el pie en el suelo al despertar y ya te
tengo frente a mí. Aunque bien es cierto que hace tiempo, dejé de
lado algunos temores e incluso he llegado a desear tu visita en
muchas ocasiones. Hoy cuando pienso en ti me invade cierto temor
porque sé que rondas mi vida aunque no para llevarme a mi, si no
para que te acompañe alguien a quien quiero. Me estás enseñando
que vivir y morir no son cosas tan distintas, porque tú con tu
cortejo me estás matando un poquito cada día.
Me anticipo a tu venida. Las palabras,
como las uñas, duran algo más que los últimos aletazos del
corazón. Con tu visita nuevamente el dolor se me desparramará por
todas partes y nunca terminaré de ordenarlo. Como ves, lo de fuerte
sólo me viene en apariencia. Adentro me habita un corazón
adolescente, que se destiñe con facilidad. En la tierra somos un
aparato frágil y hemos forjado el ingenio para hacernos más o menos
fuertes a través de esa fragilidad, no a expensas de ella. Pero allá
arriba es otra cosa. ¿Te sorprende lo que digo? No, no es
fatalismo. Es la realidad, o lo que es igual, el juego de la
realidad. La única verdad sobre esta tierra que uno pisa y tropieza
es el oleaje, y todo lo que he escrito no es más que un canto a ese
oleaje que nos aloja.
Escribo esto porque hacerlo es gritar a
cuatro vientos lo que me rebela. ¿Te extraña lo que digo? No, claro
que no. Si vas a venir a buscarla, es porque por tu triste oficio
no te permite hacer otra cosa.
Que lamentable para ti será simple
rutina. Sin epopeya alguna. Sin ningún sentido de misión. Ella en
cambio, lo habrá dado todo: habrá vivido no todo lo que debía
vivir, y te la llevaras, antes de tiempo, antes de dejarla disfrutar
de sus arrugas, del cálido sol en un banco de un parque cualquiera
en su vejez, no la dejarás disfrutar de las risas infantiles de unos
nietos, ni de la mano llena de arrugas y de amor de su marido... No,
nada de todo esto le vas a permitir tener... Pero ella habrá vivido
y tú, en cambio, tienes que pasarse la vida entre sombras, entre
personas que te temen, sin poder escapar a su triste destino.
Siguiendo siempre una metódica rutina. Nunca has tenido y jamás
tendrás poesía... porque la poesía te está vedada, porque eres
lúgubre, sin color ni melodía... ¡Pero cuanto daño nos haces
cuando te haces presente en nuestras vidas!
Mª José
22/11/2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios me ayudarán a ecribir mejor cada día, todos los comentarios son constructivos.