No
tengo ganas de escribir, ni si quiera de recordar, no quiero ni
puedo, ella ha muerto pero con ella se ha llevado una parte de todos
aquellos que la queríamos. Solo cabe tristeza, y esos pequeños
recuerdos que van encontrando las fisuras de mi alma, por las que
brotan estas lágrimas furtivas.
.
Los
que me conocen ven en mi una persona fuerte y dura, capaz de cruzar
el mar a nado, y sólo una pequeña gota en mi mejilla, os enseña
que soy una niña frágil y desvalida que necesita un abrazo, una
caricia y una sonrisa.
Has
muerto, siento un dolor muy intenso, una punzada en el alma; yo estoy
viva, me quedan tus sueños, me quedan tus palabras; tu risa y tus
enfados; tus bromas y tus gritos; me quedan todos tus recuerdos…
Anoche me acomodaba en la silla a tu lado en la habitación del
hospital para descansar un poquito, de tanto en tanto te miraba
porque esa respiración tan fatigosa que tenías parecía pararse,
pero no era así, a los pocos segundos volvía a oírte, hasta que
dejaste de hacer ruido, mi mano se poso en tu pecho y se movía
lentamente, muy lentamente, hasta que ya no se movió más, no me lo
podía creer, habías muerto en silencio, sin hacer ruido alguno.
Me
creí una mujer fuerte, capaz de soportar lo insoportable, y solo tu
muerte me ha enseñado cuán débil soy. Lágrimas silenciosas
cayeron de mis ojos mientras te besaba, te quitaba el parche del ojo
que ya no ibas a necesitar más y me sentaba a tu lado con tu mano
inerte entre las mías, solo fui capaz de decirte: “Te quiero,
descansa tranquila, ya se ha acabado el dolor” No sé si me oíste
o no, pero era y es mi deseo.
Apenas
hace veinticuatro horas que no estás y ya te echo de menos, aún
creo que no ha pasado, que no es cierto, que mañana estarás en
casa, en el hospital o en cualquier sitio... Sé que no será así,
que mañana es tu funeral... Lo sé y quizás no quiero saberlo o no
quiero creerlo. Me siento sola, inseguridad se llama, miedo también.
Todo ser pierde a alguien en algún momento de su vida, se retuerce
de dolor por esa ausencia, esa que una vez fue más que presencia.
Este dolor se suavizara con el tiempo, pero hoy duele hasta desgarrar
el alma. Hoy lloro, río, pienso, recuerdo... Mañana... Mañana
tendré que aprender a caminar sin ti...
Te
quiero
Mª
José
31/03/2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios me ayudarán a ecribir mejor cada día, todos los comentarios son constructivos.