La verdad es que no sé que horario tiene la gente en este país, cuando la mayoría de mis amigos, igual que yo, son de la época de Paquito, entonces nos íbamos a la cama con la familia Telerin, ¿Ya no se acuerdan? ¿Han perdido los buenos modales? Las pobres monjas… media vida enseñándonos a rezar el Jesusito de mi vida y a la cama, para que ahora lo hayamos olvidado. No se presenta uno en casa de nadie a las once de la noche, por Dios Manolo, que me pillaste a punto de acurrucarme en el sofá con mi mantita, toda preparada para el acontecimiento… Mis zapatillas de osos, calentitas, tan monas ellas… Mi pijamita celeste con conejitos saltando (sin cachondeo ehhh?? Tiene conejitos blancos y estrellitas brillantes)… La cara embadurnada de crema para las patas de gallo, las arrugas de expresión, para nutrirla, para hidratarla… vamos, media farmacia… Los rulos puestos, con la redecilla rosa para que no se escape un pelillo mientras duermo… Que me has pillado preparadísima para acostarme y levantarme un año más joven, como dicen en los anuncios. Menuda faena me has hecho Manolo, que así no me ve a mi nadie nunca, sino ya me hubiesen llamado para hacer alguna película con el papel de… Maruja!!!
Ha llegado sin disculparse por la hora, quemando timbre y entrando sin dar siquiera las buenas noches. Se ha ido derechito al sofá, mi mantita que estaba allí preparada, ha ido a parar a la butaca, mi café en la mesita enfriándose y yo con cara de desconcierto de pie, con mi look de maruja, mirándolo sin saber que decir, cuando una no sabe que decir, lo mejor es mantenerse calladita y no arriesgarse a meter la pata. Miro el café y desecho la idea de tomarlo frío, en vez de eso, me voy a la cocina, cojo la cubitera, dos vasos y la botella de whisky. Vamos a ahogar las penas, Manolo de mi vida, sino las ahogamos por lo menos dormiremos bien.
- Ha vuelto a cambiar de idea –me dice mientras marea los cubitos en el vaso, supongo que habla de doña Puritana ¿de quién sino?- Ya no quiere los mil euros, ahora quiere más…
- ¿Cuánto quiere ahora? –no puedo evitar un tono que va entre el cabreo y el desconcierto- te debe pedir más porque considera que gastas mucho en condones –le digo riéndome al recordar el temita de cuantos trae una caja.
- Si, ya sé que los encontró en el coche, no sabes la que me montó con ese tema –no lo sé, pero lo imagino, pienso para mi, él continua hablando- ahora quiere mil quinientos en un único pago por la descompensación económica que le produce el que yo me quede un coche y la moto, que tengo que pagar, claro. Además me pide la mitad de mi sueldo, dice que sino yo gano más que ella…
- Joderrrr con la doña y parecía tonta, siempre había tenido la impresión de que era una pobre de espíritu, pero ya veo que sólo lo es en cuestiones de sexo… Oye… ¿Y su sueldo?
- Su sueldo se lo queda ella, la mitad del mío, más la pensión por Pedrito, la mitad de la hipoteca, de la contribución, basuras y la mitad de los gastos del perro –me responde con una medio sonrisa triste.
Me quedo pensando… Sirvo una ronda más de bebidas… Pienso y me río a carcajadas, él me mira boquiabierto con un mudo interrogante en los ojos. No puedo dejar de reírme, pero aún así le digo:
- Cásate conmigo, por favor Manolo, cásate conmigo en cuanto te divorcies… -ahora sí que me mira como si estuviese loca, no dice nada, intenta hablar pero sólo coge aire y lo suelta- Cásate conmigo y a la semana nos divorciamos, te lo prometo… Yo quiero un divorcio con las mismas condiciones que el de doña Puritana, coñoooo.
Mª José
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios me ayudarán a ecribir mejor cada día, todos los comentarios son constructivos.