Not seeing a Scroll to Top Button? Go to our FAQ page for more info.

Translate

jueves, 2 de junio de 2022

¡Cuánta emoción volver a verte ! ¡Cuántas cosas vividas!

Las personas nos acompañamos un trayecto del camino, y por mucho que queramos, en algún momento por diversas razones los caminos se bifurcan y se toman rumbos diferentes que pueden ser temporales o definitivos.

Cuántas veces nos hemos separado de gente que nos deja un buen recuerdo y a pesar de la intención de reunirnos algún día, eso no pasa de intención. Puede que nos volvamos a reencontrar, hablemos y hablemos del pasado compartido.


Hace poco tiempo encontré por casualidad el perfil en Facebook de una persona con la que yo había compartido un tramo de mi vida hacía la friolera de veintiocho años, le dejé un comentario, transcurrió el tiempo sin que respondiera y no lo hará jamás, a las semanas pocas semanas me enteré que había fallecido hacía relativamente poco tiempo. Muy poco tiempo antes de encontrarlo yo.


Gracias a la redes sociales, como Facebook, podemos volver a comunicarnos con personas del pasado. Volvemos a saber de ese amigo o esa amiga entrañable con el que se han vivido experiencias afectivas maravillosas.


La amistad no caduca. Los amigos de verdad están siempre en nuestro corazón y nosotros en el suyo. No importa el tiempo que pase y por dónde nos lleve la vida. El reencuentro con ellos nos alegra, porque a él no volveré a verlo en este mundo, pero gracias a él volví a encontrar a esa mujer maravillosa con la que en el pasado había compartido tantas y tantas cosas.


Después de unos meses tuve la oportunidad de viajar a su ciudad, esa oportunidad que no había tenido en los veintiocho años anteriores, le envié un mensaje y quedamos en vernos cuando estuviese allí, yo estaba emocionada no tanto por los días que iba a pasar de vacaciones sino por volver a verla.


Al bajar del tren en aquella vieja estación tan conocida en otros tiempos, me sentí transportada al pasado, millones de imágenes se agolparon a mi mente, no podía creerlo, de nuevo estaba allí, en ese lugar en el cual había derramado algunas lágrimas, donde había vivido algunos días muy difíciles, pero donde también había vivido días muy felices llenos de alegría y risas. Donde una familia que sin ser la mía ni saber de mi existencia hasta que estuve delante de ellos  me acogió con los brazos abiertos.


Pasee por calles que habían cambiado con el paso del tiempo, pero que eran viejas conocidas. Busqué la casita donde había vivido y al estar frente a ella un escalofrío recorrió mi cuerpo, recordé a mis hijos y los tuyos Montse jugando, riendo, corriendo por aquella calle... Recordé tardes de cafés y charla... Domingos de comida en familia... A tu hermano unas veces cariñoso y otras enfadado, no tenía muy buen carácter... Recordé... ¡Tantas y tantas cosas!


Me fui de allí con la sensación de haberme despedido de él, cosa que no había podido hacer, llegué tarde, ¡si tan sólo lo hubiese encontrado un poco antes!

Estaba nerviosa esperando que vinieras, cuando te vi traspasar las puertas del hotel me embargaron todo tipo de emociones, pero sobre todo alegría, una alegría inmensa. Nos abrazamos y ahí se borró de un plumazo el tiempo transcurrido, ¡volvíamos a estar juntas!

Entre cervezas, cafés y cigarrillos nos pusimos al día de nuestras vidas, retazos de historia vivida, supe como había muerto y en mi interior derramé lágrimas amargas, porque se lo merezca uno o no, nadie debería vivir y menos aun morir así. También supe de otros fallecimientos acaecidos en tu familia, tu supiste de la mía, parece que la vida nos ha castigado llevándose a gente querida antes de tiempo. Supe que a tu hermana no la vería en esa ocasión ya que vivía en otra ciudad.


Pasamos a temas más alegres, tus hijos, los míos, tus nietos, la mía. Conociste a mi hija pequeña que no sabías que existía hasta que te encontré en Facebook. Recordamos anécdotas de tiempos pasados... ¡Esta casa es el coño de la Bernarda! frase que dije muchas veces y que ya no recordaba... ¡Mis albóndigas!... ¡os gustaban tanto! ¡A tu madre en el mercado! ¡los cafés o vermuts compartidos con tu hermana y su familia! ¡Tantas y tantas cosas!


El tiempo pasó mucho más deprisa de lo que queríamos, pero espero verte de nuevo muy pronto, espero abrazarte y compartir el presente además del pasado. 
Eres una gran mujer, has vivido momentos muy difíciles y has seguido luchando, siempre hacía delante, siempre con esa sonrisa en la cara.


Te quiero mucho pase el tiempo que pase.

Mª José

15/06/2015


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios me ayudarán a ecribir mejor cada día, todos los comentarios son constructivos.