Carta abierta a la justicia

Anhelada justicia:

Perdóname si te molesto en algo al escribirte, pero quisiera preguntarte por medio de esta carta, si realmente existes o eres pura invención, una palabra más, un artificio; Algo que pronunciamos a diario y a la ligera, sin darle importancia; ya sé, no puedes contestarme, tú, tampoco sabes. Desde niña no hago más que pensar en ti. Te acariciaba con mis manos pequeñas en las paginas de mis primeros libros, en las revistas, en los diarios, y en todas partes donde cría poder escucharte. ¿Sabes? Nunca te percibí claramente. En este recorrer mío por la vida, te he buscado incansablemente y creo que te seguiré buscando en cada acto de iniquidad con que tropiece mi existencia. Te diré algo más, quiero encontrarte, mi tiempo se acaba y me parece absurdo haber vivido sin haberte conocido realmente.

Justicia, los niños te necesitan para tejer sus sueños; los misnuválidos para no ser discriminados, los ultrajados te necesitan para sentirse respetados, los marginados para sentirse libres al fin; la humanidad pide tu ayuda, vivimos en un mundo arbitrario; no hay equidad, no hay razonamiento; sólo hay ilegalidad, corrupción, desencuentros y caos. La vida en estas condiciones se torna imposible de ser vivida, navegamos a la deriva, te necesitamos con suma urgencia; no dejes que tu conciencia te reproche tu inactividad, actúa por favor. Despierta en nosotros la llama de tu imparcialidad.

Siempre dibujo tu ausencia, sin ti todo es lúgubre y sin sentido. El lápiz imaginario de mis pensamientos bosqueja la nada y mi pena, porque no estas conmigo. ¿Dónde estás? ¿No sabes cuánto te añoro? ¿Tienes idea de cómo y cuánto sufro por ti? Dicen por ahí que eres ciega, pero no sorda, yo creo... bueno ¿A quién le importa lo que yo pueda pensar?. Sólo te ruego que te hagas presente, sino vamos a pensar; primero que eres utópica, segundo que realmente nos has abandonado. No tienes noticias de los que lloran, de los que mueren por actos de la sinrazón que otros cometen impunemente, de los que sufren hambre y dolor. No sientes la necesidad de ayudarlos, veo y siento que no estás. ¿No se supone que eres el bien? ¿No deberías ser el equilibrio que se requiere en las horas decisivas? ¿No tendrías que ser como el agua que llega justo a tiempo para darle de beber al sediento? Si estoy en un error y no es así. ¿Por qué te nombraron Justicia?

Quizás estés enferma y extenuada, para hacerte cargo de todas las injusticias ocurridas en este mundo en el que vivimos, te pareces más a algo intangible e imaginario, que a algo palpable y real.

Muchos sufren a mí alrededor, nada es lo que parece, te pido que no me interpretes mal, haz que la humanidad te utilice; entiende sus pensamientos, equilíbralos, siempre en ellos se mezcla el bien y el mal, trata, por favor, que prevalezca lo primero.

Siempre tuya.

03/04/2004