Not seeing a Scroll to Top Button? Go to our FAQ page for more info.

Translate

sábado, 2 de mayo de 2020

CARTA A UN MALTRATADOR

Hoy paseando por los blogs he visto uno relativo al maltrato y me ha venido a la memoria éste que escribí hace ya tiempo, no es algo que haya vivido en mis propias carnes, pero sí que lo vi muy de cerca con una amiga a la que no sabía como ayudar en aquellos momentos, ahora es relativamente feliz, el pasado quedó atrás, las secuelas psicológicas se van difuminando lentamente. Ha tenido más suerte que muchas otras y me alegro por ello.

Querido esposo:

Si me dices que me quieres, ¿Por qué tengo miedo cuando se acerca la hora en la que has de regresar a casa? ¿Por qué rezo para que lo encuentres todo perfecto al cruzar la puerta? ¿Por qué no me atrevo a llevarte la contraria cuando algo me parece equivocado? Estoy cansada de fingir ser otra persona para agradarte, para que estés contento. De esperar a ver cuándo y por qué banal razón te cambia el gesto de la cara y se avecina una tormenta imposible de evitar y sin saber cómo acabaré.

 Estoy harta de sentirme sola, de callar, de mentir sobre mis heridas, de no salir de casa para que no me vean, porque después de todo soy yo la que siente vergüenza, vergüenza de que la familia, amigos, compañeros de trabajo, vecinos o niños, vean que me han pegado. ¿No crees que en esto me equivoco? ¿No crees que ya es hora de que seas tu quien sienta vergüenza de si mismo?

¿Por qué tiemblo con solo una mirada tuya? No, no es el mismo temblor de aquellos días en que te conocí, cuando solo con pensar que se acercaba la hora de verte, mi cara se iluminaba con una sonrisa, ¿Recuerdas? ¿Recuerdas aquellos días en los que cada hora que pasaba a tu lado me parecía un minuto? en estos momentos cada minuto que paso a tu lado me parece una hora. Si dices que me quieres ¿Por qué controlas cada movimiento que hago, cada palabra que digo, a quien veo o saludo?, ¿Por qué te enfadas si quiero ver a mi familia o amigas?, ¿Por qué te tengo que dar cuentas del dinero aunque también sea mío?; si me dices que me quieres ¿Por qué me amenazas, me pegas, me violas, me matas?
.

¿Por qué te crees superior a mí? Me tratas como a un objeto que te pertenece y debería ser tu igual. Yo no soy tuya, soy solo mía y la única entrega que debo hacer es entregarme a mi misma para sobrevivir a esta penosa situación, en la que no puedo controlar mi propia vida, porque la ironía mas grande es que yo te quiero, te quiero y te temo, la línea es tan sumamente fina que ni tan siquiera yo se cual de las dos cosas prevalece, si el amor o el temor. ¿Qué será lo que realmente siento?

Trato de convencerme de que ha sido culpa mía, que he sido yo quien ha provocado tu ira incontrolada, trato de decirme que la próxima vez lo haré mejor, que la próxima vez no diré esto u aquello, que así no te enfadaras y no te sentirás obligado a tener que pegarme para que aprenda… Para que aprenda ¿Qué? Yo soy una persona al igual que tu, tengo mis defectos, también mis virtudes y tu no tienes ningún derecho a maltratarme, ni tu ni nadie.

No sigas diciéndome que me quieres, que no lo volverás a hacer, cuando estoy tirada en el suelo con el labio partido, un ojo morado o unas costillas rotas. No me des más esperanzas. No me digas que la situación va a cambiar. No me acaricies entonces con la misma mano con la que me has pegado, no me beses con los mismos labios que hace un momento me decían lo inútil y despreciable que era. No me digas que me amas y lo has hecho por mi bien. Por mi bien me podrías haber amado, me podrías haber dicho alguna vez algo agradable, me podrías haber dado la mano y haber compartido tu vida conmigo, podríamos habernos reído y llorado juntos, podríamos haber envejecido uno al lado del otro recordando tiempos pasados y mirando hacia el futuro, pero no habrá recuerdos porque yo no quiero recordar mis lagrimas amargas mezcladas con sangre.


Si que quiero un futuro, sin ti a mi lado, sin temores, sin llantos, sin denuncias ni hospitales. Quiero vivir en paz, mejor dicho quiero VIVIR, tendré que levantar la cabeza, apretar los dientes, armarme de valor y dar el primer paso, por eso te escribo hoy esta carta, voy a denunciarte, se que el camino no será fácil, pero me ayudaran a recorrerlo, voy a liberarme de estas cadenas y salir de la cárcel que has creado para mi. No voy a ser un numero mas en las estadísticas de mujeres que han muerto a manos de esos hombres que como tu, tanto las querían.

Voy a empezar una nueva vida, voy a volver a sonreír. Voy a sentirme útil, voy a mirarme a un espejo sabiendo que soy bonita, voy a cocinar una lasaña quemada que estará buenísima, voy a llamar a mis amigas e irme a pasear con ellas, voy a entrar en una tienda y voy a comprar algo que no me sirva para nada, voy a andar por la calle con la cabeza alta, voy a invitar a mis padres a cenar sin tener que maquillarme un labio partido, voy a ir a la playa sin tapar mi cuerpo porque ya no estará morado, voy a ir a mi trabajo consciente de que se hacerlo bien, voy a oír que se abre la puerta sin temblar porque no serás tu quien la vuelva a abrir.

Atentamente

Mª José
27 de marzo del 2008

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios me ayudarán a ecribir mejor cada día, todos los comentarios son constructivos.