Menudos bostezos, es que yo después de
comer no estoy para nada, debo tener algo malo, es comer y tener que
dormir un ratito en el sofá mientras en la tele va desarrollando
lentamente, muy lentamente, ese culebrón que no se si es español o
venezolano, pero que a mi mi da igual de donde sea, el caso es que lo
emitan mientras yo duermo un poquito, si es que comer me sienta
fatal.
Ha sido muy oportuna mi Doña para
venir de visita, estaba dejando caer la cabeza en el cojín cuando me
ha intentado quemar el timbre... ¡La madre que la parió! Entra como
siempre arrasando, se sienta en un sillón, menos mal, así me deja
mi querido sofá todo para miiii...
Sin decir ni hola ¿Para qué? Empieza
a soltar esa pelota que la tiene ahogada. Si es que desde que está
con ese garrulo de novio que tiene no ha tenido un segundo de
tranquilidad, no hablemos de felicidad que ese es un tema muy
complejo:
- Quererme, me quiere, eso seguro... ¿por qué iba a estar conmigo sino fuese así? -me dice con una cara de pena que no se si darle un abrazo o dos hostias para que se espabile-
- Si, Doña si, eso está claro... Vamos está claro para ti. -mi tono es irónico, pero es que no puedo, no puedo usar otro para este tema y menos a estas horas.
Se me abre la boca, se me cierran los
ojos, cambio de postura, me rasco el pie, la barriga, enciendo un
cigarro... Cualquier cosa para intentar mantenerme despierta, miro al
techo mientras echo humo, del cigarro y de la mala leche que me está
entrando... ¡Coño! Una mancha de humedad en el techo, voy a tener
que arreglarla que hace muy feo.
- Me quiere, seguro que si -dice como para si misma, pues ya está pienso yo, ya se va a callar, pero no, no hay suerte porque ella sigue hablando- pero por otra parte...
- Mira Doña, no hay otra parte, estás con un tío que es un jodido mentiroso, embaucador... -no he podido callarme pero no, no me deja seguir hablando-.
- Que no es así, al menos no siempre, yo creo que tiene un trauma, algún tipo de trauma infantil... No sé... -suelta mientras se suena los mocos con un pañuelito de los que usaba mi madre, de esos con bordadillos, si, esos que tienen un ramillete de flores, ahora llenas de mocos-.
- Si, el de Peter pan ¡no te jode! Con el cascanueces le cogía yo los huevecillos a ver si volaba -le digo riéndome- pero si desde que lo conoces no te ha dicho una sola verdad, ni una, empezando porque te dijo que era vasco de ahí su acento y resulta que es ruso, total kilómetro más o kilómetro menos están ahí al lado, seguimos por su trabajo, su estado civil, su cuenta bancaria y sobre todo, sobre todo, la cantidad de mujeres idiotas como tú que tiene engañadas por ahí.
¡Que a gusto me he quedado!!! ¡Esto
es mejor que la siesta!
- Pero me quiere, solo es que tiene miedo al compromiso, a llevar una vida monótona. ¡Tú no lo entiendes! ¡Por eso estás sola! -me grita mi Doña, ¡hasta aquí podíamos llegar! ¡Me va a oír!-.
- ¡Amo a ve Doña! Te quiere en su cama cuando le pica esa cosilla que tiene entre las piernas, te quiere en su cocina cuando tiene hambre, te quiere en su lavadero cuando tiene las camisas sucias, te quiere en la caja del super cuando ha de comprar... Vamos que quererte te quiere un montón, ¡nadie te va a querer como él! Y en cuanto a lo de que estoy sola no es verdad, tengo una hija, un perro, varios geranios y un libro por leer -hala, lo he soltado todo de un tirón, ella me mira muy seria-.
- ¿Ves como al final me has dado la razón? ¡me quiere!
Aixxx mi Doña que no tiene una venda
en los ojos, no, tiene la sábana santa entera. En lugar de aceptar
la cruda realidad, de pegarse de cabezazos contra la pared y llorar
como toda hija de vecina cuando la engañan, en lugar de reconocer
que el tipejo éste la utiliza, la usa, la humilla, le hace daño...
En vez de ver todo eso se ha emperrado en creer que la quiere, por
Diossss.
- ¿Pero tú estás ciega o qué?
- Ah, si, fui al oculista el otro día y me ha mandado unas gafas para ver de lejos -me contesta-.
Esta es mi Doña, encima de tonta,
cegata, pero cegata en todos los sentidos posibles. A ver si pillo la
posturita y echo una cabezadita mientras ella me cuenta su aventura
en la óptica, del tipejo mejor pasamos, hasta un momento en el que
yo esté más despierta, si es que comer ¡me sienta fatal!
MªJosé
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios me ayudarán a ecribir mejor cada día, todos los comentarios son constructivos.