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martes, 16 de diciembre de 2014

Esas comidas del día de Navidad


Existen dos tipos de comportamiento en las comidas familiares, depende claro está de la familia. Hay familias besuconas y hay familias frías. Todos casi preferimos a las familias frías porque besar a cada miembro dos veces en la mejilla, que no sabes como acertar, si eres muy efusiva te quedan los morros pringosos del tintalux que se haya puesto la abuela en la cara para tapar las arrugas, que el tio que inventó el aguaplast no sabe que bien hizo sobre todo para las abuelas, las grietas de la pared se pueden rellenar con alguna otra cosa, pero las arruguillas…. Cuando te acercas para el besuqueo, ves esa masilla rellenando los surcos y a medida que van pasando las horas, si te fijas, verás como va quedando cuarteada. Después están los que besan al aire y tú intentando pillarlos al vuelo, pero no hay manera, también los que son tan sonoros que por mucho volumen que tengan los villancicos de fondo tú ni caso, te quedas un buen rato sorda… Cuando te has llevado media hora de besuqueo viene la inevitable pregunta: 

-¿Dónde me siento? 

Y siempre te responden igual. 

-Tú donde quieras... 

Y cuando empiezas a escoger tu silla con la mirada te dicen: 

-Ahí no, que ahí se sienta Fernandino desde siempre. 

Tú escoges otra silla y oyes: 

-Ahí no, que me siento yo para estar cerca de la cocina. 

¡Coñooooo, pues dime donde y no jugamos al juego de las sillitas!!!! 


Siempre hay alguien que decide dónde se va a sentar cada persona, aunque no lo diga abiertamente. Porque claro no te van a sentar al lado del cuñado que está buenísimo y te cae bien, nooooo… Te sientan al lado de la tía abuela de ochenta años, sorda como una tapia y que se pasa la comida contándote lo alto que tiene el colesterol, que ella de eso no debería comer, pero la jodia pela los langostinos a una velocidad de vértigo mientras te dice: 

- Ay hija, un día es un día… 

Total al día siguiente va al médico de cabecera a quejarse de sus dolencias y a hacer vida social con sus iguales que seguro, seguro, que han hecho lo mismo que ella, total, un día es un día…. 


Lo peor es si estás solter@, que la pregunta antes o después te cae, siempre hay la abuela graciosa que con una sonrisa malévola te dice: 

- ¿Cuándo vamos a ir de boda? 

Y tú con ganas de contestarle como el del chiste: 


- ¿Cuándo vamos a ir de entierro? 


Pero te lo tragas… te lo tragas y respondes que aún no tienes planes de boda, que quieres disfrutar de la vida… Ahí ya te miran como a un extraterrestre, se disfruta con pareja, niños e hipoteca… Si es que… No sabemos… Lo peor de todo esto es que cada vez que os veis se produce la misma pregunta y la misma respuesta, pero los dos sabéis que en la próxima reunión, la volverá a hacer 

Y mientras la graciosilla de ochenta años se informa de tu vida sentimental, si estas casada… la pregunta cambiará para cotillear como te va en tu relación, te dirá que en sus tiempos la gente no se divorciaba, que si no aguantamos nada ahora… De fondo oyes a tu hermana que discute con la otra a ver cual de las dos tiene los niños mejor educados, los cuñados de fútbol, porque si gano el Barça o le regalaron el gol… La madre que hay que ver como vas vestida; con tejanos y camiseta a una comida de Navidad… La otra tía se pelea con tu prima porque el niño lloraba y le está dando el pecho en la mesa… Los niños corriendo entre la mesa y el mueble que con tanta gente justo pasa uno de lado y ellos pasan de tres en tres mientras las copas de la vitrina se tambalean… Los adolescentes de morros porque quieren irse con sus amigos… La nube de humo que le da un aire londinense al comedor…. 


Y tú enterándote de todos los cotilleos familiares, porque a la abuela el vinillo le desata la lengua y le abre el apetito, que la jodida amortiza la dentadura postiza con los turrones… que no debería comer, pero un día es un día. Cuando ya son las seis de la tarde, la barriga la tienes a punto de explotar por todo lo que le has metido y hasta te hacen gracia los chistes de tu padre… A estas alturas no te hace falta ni chiste para reírte de eso se ha encargado el vermut, el vino, el cava y el JB… Te despides pensando que tú no vuelves más… Pero no lo dudes… ¡Repetirás el próximo año!!!!. 

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