Not seeing a Scroll to Top Button? Go to our FAQ page for more info.

Translate

martes, 3 de junio de 2014

¿SOMOS SOLIDARIOS?


La solidaridad podríamos decir que es: la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno, ya que todos somos verdaderamente responsables de todos.

Que bonita definición, a la que nos hemos apuntado muchos en estos últimos tiempos, queda muy bien ante los demás, proclamar lo solidarios que somos, eso si de palabra, porque con hechos pocos son los que pueden decirlo. No es ser solidario cuando ves a alguien pidiendo y le das un euro porque vas con los amigos y eso queda muy bien, así dirán de ti que eres muy buena persona, que eres muy solidario… Claro que no saben que tú pasas todos los días por ahí, que ese mismo indigente está todos los días en el mismo sitio y que nunca te molestas ni en mirarlo… Vamos que esa persona está deseando verte con alguien porque sabe que entonces le darás algo, mucho no, tan solo lo suficiente como para lavar tu conciencia delante de los demás.




No se trata de que tú solito mantengas una ONG, ni que de que te vayas a las Américas a convertir indígenas (eso déjaselo a los creyentes) No se trata de que des parte de tu nomina, que ni siquiera te llega a ti para comer, no se trata de que dones tu casa o tu coche a ninguna fundación benéfica. Ni siquiera se trata de que des un solo euro a nadie, que confundimos el ser solidarios con el dar dinero y son cosas muy, muy diferentes.

¿Qué significa ser solidarios? Significa compartir la carga de los demás. Ningún hombre es una isla. Estamos unidos, incluso cuando no somos conscientes de esa unidad. Nos une el paisaje, nos unen la carne y la sangre, nos unen el trabajo y la lengua que hablamos. Sin embargo, no siempre nos damos cuenta de esos vínculos. Cuando nace la solidaridad se despierta la conciencia, y aparecen entonces el lenguaje y la palabra. En ese instante sale a la luz todo lo que antes estaba escondido. Lo que nos une se hace visible para todos. Y entonces el hombre carga sus espaldas con el peso del otro. La solidaridad habla, llama, grita a todos y cada uno de nosotros.



Todos podemos hacer algo por los demás, hay muchas cosas que podemos hacer sin soltar dinero, hay mucha gente que nos necesita, aunque nosotros creamos que somos los que necesitamos a los demás y alguna vez así será, pero no siempre. Podemos consolar a aquella mujer que le han quitado un pecho porque tenía un cáncer de mama, bastará con ir una tarde a pasar un rato con ella en el hospital. Podemos pasar una hora con un niño hospitalizado contándole un cuento, al final de esa hora si sonríe nos sentiremos satisfechos. Podemos escribir una carta pidiendo mejores condiciones para un detenido en cualquier cárcel de algún país tercermundista. Podemos ir a casa de algún anciano que vive solo, si lo escuchamos un rato, nos explicará sus recuerdos y sólo con eso, se sentirá feliz. Podemos regalar esa hora que nos pasamos sentados en el sofá mirando el cotilleo, a cualquier persona que la necesite y sin desprendernos de nuestros preciados bienes, habremos contribuido al bienestar de alguien.

Seamos un poquito más solidarios o lo que es igual, un poquito menos egoístas, no nos miremos tan solo nuestro ombligo, porque mañana, pasado, el mes que viene o dentro de diez años, puede ser que nosotros mismos necesitemos de alguien y entonces nos gustará encontrar una persona un poquito solidaria que nos ayude… ¿Por qué no empezar nosotros?

Mª José

14/02/2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios me ayudarán a ecribir mejor cada día, todos los comentarios son constructivos.