A lo largo de nuestra vida oímos y decimos de miles y miles de frases (hechas o deshechas) empezamos a oírlas en nuestra mas tierna infancia (no se porque tierna, si muerdes a un niño no está tierno, en fin….) y seguimos oyéndolas a lo largo de nuestra vida.
Tú eres pequeño, estás comiendo y no puedes más. Una cucharada y revientas. Entonces le dices a tu madre: "No puedo más". Y ella contesta rápida:
1.- "Tres cucharadas más"
Eso son ganas de fastidiar. Ni siquiera te ha mirado el plato. Lo dice porque sí. Tú intentas en un arrebato de pillería y audacia llenar lo menos posible la cuchara, pero te pillan. Y te la llena ella. Y descubres un terrible secreto: las madres tienen la capacidad de llenar una cuchara más allá de su propia concavidad. Al final, acabas casi el plato porque en las tres cucharadas ha cabido el contendió de él, solo quedan dos garbanzos sueltos.
2.- “Hay muchos niños pasando hambre”
Esto te lo dicen enfadadas. Es como si te estuvieran diciendo: "Si te viera un niño africano dejándote la comida se enfadaría mucho contigo"……. Mamá, si me viera un niño africano dejándome la comida probablemente se la comería él……… Ya sé que suena frívolo y puede que parezca egoísta. Pero la erradicación del hambre en el mundo no depende de que yo me coma el puré de calabacín………. Que por cierto es asqueroso, me lleve comiendo eso tres días seguidos, no lo quise a mediodía y me lo pusieron para cenar, yo obstinada que no y al día siguiente lo tuve en el desayuno, la comida y la cena, al tercer día venció mi madre, me lo comí para desayunar sin rechistar, pero sigo odiándolo, que conste.
3.- ¿Y si María se tira por un barranco, tu también?
Le dices con cara inocente: “¿Me compras ese pantalón? Es que María tiene uno…” la frase jamás te la dejan acabar, tu madre tiene la respuesta: ¿Y si María se tira por un barranco, tú también? Coñoooo…… que se tire, pero que yo sepa no tiene ideas suicidas todavía, vamos digo yo, además ¿Qué tiene que ver el puñetero pantalón con el suicidio de mi amiga? No sé……. Igual es que cuando te pones esos pantalones te entran ganas de suicidarte y mi madre lo sabe, sea como sea, te quedas sin pantalón y María que aun no se ha tirado por el barranco los lleva puestos y está monisimaaaaa.
4.- “Andando que es gerundio”
Creo que debe ser un trauma que le quedó de su infancia, que los verbos le debían ir mal, porque lo repite constantemente, si le dices: “Mamá hoy no voy a ducharme” enseguida te suelta: “¿Cómo que no? Serás marrana”…… Andando que es gerundio, y tu que sabes que no vas a ganar esa batalla, porque en cuanto sale el “gerundio” no hay vuelta de hoja, coges la ropa limpia y sin rechistar, a la ducha.
5.- “Te conozco como si te hubiera parido”
¿Quién ha roto el jarrónnnn? Uixxxxx…… Se avecina tormenta, cundo grita de esa manera tormenta y zapatillazo seguro…… Contestas un tímido “Yo no he sido, se habrá caído solo”……. Claro, solo, ven aquí que te conozco como si te hubiera parido….. Yo durante algunos años creí que era adoptada……. Pero no, no lo era, descubrí que eso lo decía de mí, de mis hermanas, de mi padre, de la vecina……… A estos últimos era seguro que no los había parido, pero como medio bruja que es, nos conocía a todos como si nos hubiera parido.
6.- “Despiertaaaa!!!! Que estás en Babia
Aún hoy estoy buscando en el mapa donde coño queda Babia, porque yo jamás he ido, pero según mi madre me he pasado media vida en ese lugar, debe ser bonito, porque ¿Si no, por qué me gustaba ir a Babia?......... Eso venia acompañado de alguna colleja, o sea, que a ella no le gustaba mucho que fuese a ese lugar, igual que a mis profesores…… Pero a mi si me debía gustar!!!!...... Aunque no recuerdo el lugar, las collejas las tengo bien presentes en mi memoria.
Hay muchas más, pero seria muy largo explicarlas todas.
Voy a tirar las tres cucharadas por el barranco que mi madre conoce como si lo hubiese parido, porque está en Babia, en Africa, donde un niño hambriento las espera, andandooo que es gerundio.
MªJosé
¡Jajaja! Pues sí. Parece ser que todas las madres han ido a la misma escuela. O, como mínimo, se han comprado los mismos fascículos del Ser Padres... La mía, cuando yo me hacía el remolón, siempre soltaba: Vinga, vinga... Una mica d'ansia!. Siempre he odiado la jodida ansia esa.
ResponderEliminar¿No te la presentó nunca??? Hubieseis sido grandes amigos jejejeje
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