Todos tenemos unos pequeños seres de los que, poco a poco, nos hemos ido distanciando: los pies.
Cuando somos pequeños nos llevamos muy bien con esos diminutos seres. Los bebés, cuando están en la cuna, se dan besos en los pies, les dan la mano… Es como si se saludaran a si mismos pero por el otro lado. El bebe te mira desafiante, como diciendo: “Pues yo le doy la mano al pie. Hazlo tu, a ver si hay huevos”.
Al final, a los pies les toca abajo, pobrecillos…. Nosotros vamos creciendo, la estatura se nos sube a la cabeza y los pobres pies se van quedando allí lejos, depende de la altura que alcances están más lejos o más cerca, pero siempre están lejoooos…. Cada año que pasa, nos separamos más de ellos. Dicen que la distancia hace el olvido, de hecho, ¿alguna vez os habéis fijado en los pies de los abuelos? Es como si estuvieran abandonados. Para mí que ya no recuerdan de que tienen pies.
Sin embargo, a lo largo de nuestra vida, los pies no dejan de hacer cosas para llamarnos la atención. Un día vamos caminando descalzos por casa y el dedo meñique se lanza de cabeza contra la pata de la cama… ¿Para que?... Para llamar nuestra atención. Si ve que no le hacemos caso, el pie se duerme. ¡Aunque sea de día! Es un fenómeno fascinante cuando se duerme un pie. Es como si en las venas, en vez de sangre, tuvieras agua con gas. Notas las burbujitas y eso da un por culo… Te lo frotas, lo mueves y aún es casi peor, las burbujas siguen jodiendonos.
Aunque hay algunas personas que no se olvidan de ellos, bueno de los suyos quizás, pero los de los demás… Esos los traen loquitos… Y es que realmente no lo pueden evitar, es como un imán, aunque claro… siempre que estén limpitos y cuidados, no vale un pie con la roña entre los dedos y las uñas como garfios… Nooooo, como en todo nos gustan limpitos y cuidados.
A las personas que les atraen los pies se les llama fetichistas… Y digo yo… ¿No es una parte del cuerpo como las demás? Pues parece que no, que está muy bien que nos fijemos en el culo, las tetas, la boca, el pelo… Pero no en los pies…
Coñooooo ya sabemos que están lejos pero son míos, igual que mis manos y si a la persona con quien estoy le gustan mis pies, mejor que mejor… Cuando tienes relaciones el que te besen, acaricien o laman los pies es muy agradable… ¿Qué no os lo han hecho ni lo habéis hecho nuncaaaa???? A ver… que es muy placentero igual que cuando lo hacen con tus pechos u otras partes de tu cuerpo!!!! Los pies son una zona erógena muy importante, sobre todo en las mujeres ya que en ellos se encuentran varias terminaciones nerviosas que al ser estimuladas encienden el deseo en los genitales.
Aunque no es lo mismo, casi todos sabemos que unos pies enfundados en unos tacones son muy sensuales, ese es otro fetichismo, pero es que lo que está dentro del zapatito de princesa es un pie que está ahí para ser tenido en cuenta, no olvidado y relegado a la altura del suelo (nunca mejor dicho, hay días que estoy inspirada eh??? )
Este es un fetichismo más o menos muy normalito, parece que no, pero es muy normalito, os lo digo yo… No vamos a negar que nos ponemos tacones para que nuestras piernas sean más bonitas y sandalias en verano para enseñar nuestros pies, si los enseñamos es porque nos gustan que los miren y admiren los caballeros (que fina por Diossss, no parezco yo) y ya puestos a hablar de esos preciosos seres olvidados, también hay que decir que se disfruta enormemente cuando masturbas a tu pareja con los pies, las sensaciones son muy distintas a las que sientes con las manos… Ya se sabe en el sexo todo valeeeee… No me digáis que no, mañana os hablaré de fetichismos mucho más raros que este… Prepararos el estomago, no cenéis mucho eh???? :P
Mª José
29/03/2012
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