- Te voy a explicar lo de mi ligue... -me dice mi Doña mientras yo miro al suelo con los ojos anegados de lágrimas- eh... ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás llorando?
- ¿Recuerdas el Oso cuando mató al Dragón? ¿Recuerdas lo feliz que me sentía entonces?
- Si, claro que si, es difícil de olvidar amiga mía... Es difícil de olvidar, es difícil olvidar como tus ojos perdieron ese halo de tristeza y dolor que habían arrastrado en aquellos meses, por primera vez sonreían francos al compás de tus labios, de vez en cuando él te miraba y te decía: “mírame”, en sus ojos también había una amplia sonrisa, yo sabía que esas simples palabras….Ese “mírame” encerraban muchas frases antes dichas, muchas cosas que tú no había querido oír, pero sobre todo una: “Jamás vuelvas a llorar por nadie, nadie tiene derecho a que llores por él” Palabras que te habían llegado a ti y a todos muy adentro. -ella mantiene la vista clavada en el horizonte mientras evoca aquellos días- ¿por qué me preguntas si lo recuerdo?
- Doña, te lo pregunto porque ese mismo Oso que con sus torpes zarpas me quitaba un mechón de pelo de los ojos, ese mismo que le devolvió la sonrisa al perrito apaleado... Hoy ha clavado sus garras en mi pecho y ha arrancado de él el corazón.
- Amo a ve... Que me hablas mu metasforicamente y no te entiendo... ¿Por qué leñe estás así desaseada, llorando a moco tendido y con esa cara hinchada de haber pasado muchas horas así?
- Doña..... Hoy me despido de ti, no se por cuanto tiempo, no se si volveré a verte, no sé si alguna vez estaré de nuevo a tu lado, aunque me has acompañado en mis peores y mejores momentos -le digo llorando sin poder evitar esos sollozos que me desgarran el alma, ella me mira con lágrimas en los suyos pero me deja seguir hablando- Has estado en mi vida y la de muchos otros haciéndonos sonreír, pero esto se ha acabado, estoy cansada, muy cansada... Ahora no se que camino voy a seguir, no se como seguir, no hay Oso que me defienda, no hay dragones que matar, simplemente hay una cosa que no he querido recordar en estos años.... Una no cambia nunca, en el fondo siempre es la misma y si antes fallé en algunas cosas lo he vuelto a hacer, cerré mis ojos y mis oídos a la razón cuando me decían que era demasiado bonito para ser cierto, que hay algo en mi que falla en las relaciones... No quise escuchar, me hacía daño escucharlo.... Quise vivir lo que muchas otras personas tienen y solo puedo agradecer el tiempo que me ha regalado, el tiempo en que me ha hecho volver a sentir viva...
- Pero..... ¿Por qué? ¿Qué ha pasado? -me pregunta llorando ahora copiosamente-.
- No lo sé, sólo sé que no era suficientemente buena para hacerlo feliz... Solo sé que ahora mismo no puedo con este dolor que me lacera el alma, que no puedo dejar de pensar en cada momento, en cada minuto..... Que un beso al lado de una cafetera me acompañará mientras viva... Y que cada vez que cierre los ojos veré a una niña perdida en el Monte, sentada encima de la nieve... Sólo sé que ahora tengo que dejar atrás mi vida, mis ilusiones, mis metas y seguir caminando sin ningún destino... Seguir sola sin unos brazos que rodeen mi cuerpo, sin unos labios que aunque mientan me digan te quiero, sin mensajes o llamadas mientras no estoy en casa, sin mi risa y sin mi alegría. No sé si volverás a ver a la mujer que he sido, ni siquiera si la veré yo de nuevo algún día..... Ahora no puedo ni siquiera mirar esta casa sin notar su ausencia, mi mente está llena de recuerdos, de días de mensajes interminables, de noches maravillosas, de palabras que me llenaron el alma... He vivido una historia que creía que duraría el resto de mis días y a esa historia le han puesto punto y final con un "No era para tanto"....
Mª José Tirado Palomo
18/05/20014
(la peor tarde de mi vida)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios me ayudarán a ecribir mejor cada día, todos los comentarios son constructivos.